Friday, November 17, 2006

Documento Anónimo #1

..."Nunca pensaste, oh ilustre maestro, que nadie podia estar mirando los experimentos que realizabas con aquellos cuerpos que yacian inertes sobre las pulidas mesas de tu laboratorio; pero yo observaba cómo hundias, sin vacilar siquiera, tus filosas navajas en sus carnes y cómo la sangre salpicaba sordamente tu delantal y tus manos. Yo soy testigo de cómo te quedabas muy quieto entonces y de la manera en la que estudiabas con detenimiento cada órgano y cada músculo que extraias y cómo luego anotabas tus impresiones en aquellos cuadernos.

Tú nunca pensaste que nadie sabia de aquellas misteriosas visitas de hombres con ropas oscuras, que a menudo recibias allí mismo, aunque nadie podia ver lo que hacias, porque antes de abrir la puerta, tenias cuidado de esconder todos los rastros de tu labor...".



Nota,

El texto anterior fue encontrado en estado de bastante deterioro, por obreros que realizaban labores de reparación, en el sótano de una humilde casa, donde cuentan que vivió Leonardo Da Vinci.

Mi Nombre Es ... ¿ Escriba ?

Pues eso es lo que soy desde hace mucho tiempo; yo escribo y recolecto palabras. Nada pretendo. Nada ambiciono, solamente deseo estar en un lugar tranquilo y contar historias, nada más me interesa ahora.

He tenido muchos otros nombres y quizás algunos de ellos aún permanezcan en las historias de este mundo. Pero desafortunadamente no puedo recordarlos por más que lo intente.

Vivo humildemente recluido de manera voluntaria en esta cueva de cristal, pues las comodidades mundanas poco me importan. Sólo necesito una silla, una mesa, un poco de papel y algo de tinta para mis plumas. Debo mencionar aquí algo curioso, antes de que lo olvide por completo: sucede que cada vez que termino de escribir una página, esta desaparece mágicamente. No tengo idea de adónde va, pues nunca más vuelvo a verla.

Claro que tengo también otras pertenencias, conservo algunos de mis libros favoritos y dos o tres velas, que yo mismo fabrico y las utilizo principalmente cuando el cielo está algo nublado y casi no hay sol, pues intento siempre aprovechar al máximo la poca luz natural que entra por un estrecho orificio del techo. Por las noches, raramente escribo o leo.

Tengo también una vieja manta para cubrirme del frio del invierno, aunque a decir verdad, un hombre como yo, cargado de años y de recuerdos, siente frio a todas horas, no importa la época del año que sea.

Perdí la cuenta de los años que tengo; pero deben ser muchos, porque recuerdo cantidad de cosas, aunque siendo honesto, mi mente ya no es la de antes y sin querer, me olvido de algo, quizás importante...